“Inipi/Temazcal (Rito de Purificación) y Ontoenergética”
“Devenir en Guerrero. Un posicionamiento existencial”
25 y 26 de Mayo 2013
RUEDA DE LA
ONTOENERGÉTICA
“... comparte la magia de la Presencia, la Autenticidad, el Amor
y la Sabiduría...”
Actividad dirigida por:
Ernesto Cabeza “Halcón del Sol”. Psicoperapeuta Bioenergético y Ontoenergético.
Se celebró a lo largo del fin de semana del 25 y 26 de Mayo de 2013 en Cal Xebro, Fogars de Tordera.
En él asistimos tan solo cuatro participantes: Victor, Elisabet y Rosario además de mí.
El recibimiento fue afectuoso, pero se advertía la extrañeza de cuanto íbamos a realizar, con lo cual se tropezó con algunas dificultades organizativas que hizo suprimir algunas de las actividades previstas.
Empezamos como siempre con el saludo a las 7 Direcciones. Le siguió la tarea de buscar el lugar idóneo para la celebración del Temazcal y su preparación. El lugar fue un amplio prado de hierba alta. Tras cortar un espacio adecuado de prado se realiza ritualmente la excavación del hoyo del Abuelo Fuego y el del santuario de las Abuelas Piedras en el centro del Temazcal, confeccionando el túmulo-altar con tal tierra. Seguidamente se procedió a la construcción de las 8 Puertas con sus respectivas ofrendas de tabaco, se concluyó cubriéndolo con las mantas y rellenando su interior con ramitas de sauce fresco.
Con esto iba alcanzando el mediodía en el que se mitigó el apetito con algo de ensalada y fruta. También fue el momento en que, de forma fortuita y fuera de programa se prestó a que Elisabet y Rosario montara a caballo sin montura captando y fundiéndose con el poder vital equino.
Por la tarde se pudo conseguir la leña y las piedras, pero antes de efectuar el temazcal se realizó un Círculo de Sanación.
A medida que caía la tarde el cielo se cubrió de nubes y amenazaba lluvia. No por ello nos sentimos cuestionados y al atardecer prendimos prendimos ritualmente el fuego celebrando los cantos y danzas a su alrededor. Preparé la pipa sagrada y quedó en el altar dispuesta a su ulterior celebración. la luna aparecía y desaparecía entre las nubes que, de cuando en cuando, dejaban caer finísimas gotas.
Se celebraron las 4 puertas con frecuente intervención mía dirigiendo las mismas. Las aportaciones se dieron, pero las oraciones fueron silenciosas y personales.
Se cerró el Inipi con el rito de la Pipa sagrada ya cerca de las 3H. de la madrugada. Al concluirlo empezó una lluvia más intensa.
¡Con qué gozosa satisfacción se procedió a una agradable cena de caldo vegetal caliente junto a infusiones calientes! No apeteció a estas alturas de la madrugada una ducha fría, después nos acostamos.
A la mañana siguiente, no hubo deseos de asistir al sal naciente, alargándose el descanso a una hora más avanzada. Tras el desayuno se procedió a desmontar el inipi y dejar que el divino sol secara las mantas.
Se realizó la actividad de la mañana consistente en aprovechando el acrecentamiento de nuestro poder celebrarlo entregándose al ritmo de los instrumentos, sea tocando música sea exteriorizándolo con la danza, identificándonos con el fluir energético de la Tierra y el Cosmos y mostrar nuestra autenticidad. Abriéndonos a intuiciones, inspiración y visiones.
Mi visión se refirió a la época medieval: Empezó en una campiña verde con el movimiento ondulante de las mieses aún verdes en un luminoso día de primavera. En la población se celebraba un festejo entre bailes gozosos.
Con la rueda de intercambio de las experiencias se concluyó la inspiradora actividad y también se dio por concluido el encuentro del inipi.
Aún así realizamos una comida con una agradable sobremesa antes de despedirnos definitivamente.
Por la tarde se pudo conseguir la leña y las piedras, pero antes de efectuar el temazcal se realizó un Círculo de Sanación.
A medida que caía la tarde el cielo se cubrió de nubes y amenazaba lluvia. No por ello nos sentimos cuestionados y al atardecer prendimos prendimos ritualmente el fuego celebrando los cantos y danzas a su alrededor. Preparé la pipa sagrada y quedó en el altar dispuesta a su ulterior celebración. la luna aparecía y desaparecía entre las nubes que, de cuando en cuando, dejaban caer finísimas gotas.
Se celebraron las 4 puertas con frecuente intervención mía dirigiendo las mismas. Las aportaciones se dieron, pero las oraciones fueron silenciosas y personales.
Se cerró el Inipi con el rito de la Pipa sagrada ya cerca de las 3H. de la madrugada. Al concluirlo empezó una lluvia más intensa.
¡Con qué gozosa satisfacción se procedió a una agradable cena de caldo vegetal caliente junto a infusiones calientes! No apeteció a estas alturas de la madrugada una ducha fría, después nos acostamos.
A la mañana siguiente, no hubo deseos de asistir al sal naciente, alargándose el descanso a una hora más avanzada. Tras el desayuno se procedió a desmontar el inipi y dejar que el divino sol secara las mantas.
Se realizó la actividad de la mañana consistente en aprovechando el acrecentamiento de nuestro poder celebrarlo entregándose al ritmo de los instrumentos, sea tocando música sea exteriorizándolo con la danza, identificándonos con el fluir energético de la Tierra y el Cosmos y mostrar nuestra autenticidad. Abriéndonos a intuiciones, inspiración y visiones.
Mi visión se refirió a la época medieval: Empezó en una campiña verde con el movimiento ondulante de las mieses aún verdes en un luminoso día de primavera. En la población se celebraba un festejo entre bailes gozosos.
Con la rueda de intercambio de las experiencias se concluyó la inspiradora actividad y también se dio por concluido el encuentro del inipi.
Aún así realizamos una comida con una agradable sobremesa antes de despedirnos definitivamente.
Ernesto Cabeza Salamó
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