domingo, 26 de junio de 2011

Temazcal celebrado el 28 y 29 de Mayo de 2011. "Manifestar la humanidad en estos tiempos"



"Temazcal y Ontoenergética"

"Manifestar la humanidad en estos tiempos"

días 28 y 29 de mayo de 2011.

Rueda de Ontoenergética
     Este encuentro de Crecimiento personal ontoenergético a través de la celebración de un temazcal resultó intenso a pesar del reducido número de participantes. Como indica el título, el tema a tratar era el del humanismo actual en todos los participantes.

     Nuestro objetivo es "Sanarse y Ser auténtico Sanando la Tierra". El punto de partida en este encuentro es el devolver a la persona y su existencia el compromiso con el "ser". El que se movilice todo el potencial como ser humano tanto en el terreno relacional como en las actividades de la vida corriente como en las relacionadas con los desafíos existenciales y la salud y su restablecimiento.
Alegoría del materialismo mecanicista

     Frente al materialismo mecanicista, con el estereotipo de persona sometida a la actividad compulsiva bajo el imperio del tiempo y el individualismo competitivo, nos planteamos un fin de semana al aire libre centrado en la relación-comunicación y cooperación humana sin diferencia de géneros ni edades, implicados y comprometidos con el proceso de autorealización, cada cual a su genuino estilo; coincidentes en que éste es el objetivo y cometido del ejercicio de vivir que requiere una praxis y compromiso.

    Desde el punto de vista ontoenergético se entiende que la actividad, la afectividad y el conocimiento son las tres facetas del pulso vital de cualquier persona, y los tres aspectos deben realizarse simultaneamente en cualquier realización humana aunque su proporción puede ser desigual (60%- 25%-15%) y no necesariamente (33%-335-33%). Hay manifestaciones humanas que muestran un énfasis en la actividad y no tanto en la afectividad o el conocimiento, aunque el cómo lo vive cada cual dependerá de su propia motivación actual. La Ontoenergética añade que cuando se participa en grupo (sea pequeño o grande), esta expresión vital genera educación, salud y cultura en el seno de este pequeño colectivo social. Es una praxis en la que se experimenta y demuestra que una forma de relación alternativa es posible en el contexto natural y sencillo de la vida. Otro aspecto importante de la Ontoenergética es que el contacto profundo con el self produce simultaneamente una implicación cognitiva, emocional y transpersonal a través del flujo continuo de conciencia, desde la conciencia ordinaria a la acrecentada en sus diversas variantes; dentro de las cuales su plasmación arquetípica es muy importante.
Simbolismo arquetípico del temazcal
     El mismo hecho de que centro de interés sea el preparar y realizar un temazcal en un ambiente natural nos introduce en su aspecto arquetípico, puesto que éste es el marco simbólico y mítico del encuentro.

     De las actividades propuestas en programa, en su realización siempre se dan adaptaciones al propio clima y características del grupo. Esta vez el escaso número de participantes no permitió la diversificación y reparto de las distintas actividades, obligando a la necesaria participipación de todos en todas, con lo cual el preparar las comidas y posteriormente su recogida y limpieza ocupó bastante tiempo; además el ritmo del grupo resultó pausado y demandaba mucha comunicación interpersonal. Por ello las actividades programadas se readaptaron a las condiciones presentes y se fundieron con toda actividad efectuada en grupo desde una dinámico ontoenergética.
     Antes de realizar el tradicional saludo a las "Siete direcciones" procedimos a desbrozar el lugar de matas y altas hierbas que poblaban el lugar de la ubicación del temazcal. El reparto de actividades de corte y rastrillaje y eliminación de pequeños troncos leñosos y matosos nos ocupó la primera actividad. Era muy importante hacerlo con plena consciencia y en actitud respetuosa porque estábamos cortando plantas para crear un espacio sagrado dedicado a la sanación y el conocimiento.
     Realizada la actividad, inmediatamente procedimos al saludo a la "Siete direcciones" y el consagrar este espacio ceremonial. Con ello se entra plenamente en el contexto mitico-ontoenergético. Es muy importante que a través de este rito y de las explicaciones que lo preceden y le siguen se cree un estado de atención y ánimo especial que de lugar a un estado de conciencia meditativo y trascendente. Ya no nos encontramos en un contexto cotidiano. Empezamos a desempeñarnos en un contexto simbólico-arquetípico y mítico.
        Imbuidos en este estado de ánimo procedimos con los preparativos de la comida que, de acuerdo con la tradición ontoenergética exclusivamente vegetariana basada en ensalada y fruta.
         En su puesta en acción hice énfasis en el contexto ontoenergético sugiriendo que tanto la preparación como después la ingestión del alimento se hiciera en plena conciencia de que estábamos sacrificando la vida para construir nuestra propia vida; y que tal acto debía estar pleno de significado existencial de modo que tal sacrificio (realizar un acto sagrado) cumpliera una función en pro de la salud y la expansión de la conciencia.

      Desde mi modo de ver tales aspectos se cumplieron suficientemente, generándose un contexto de intensa hermandad entre los participantes. Y que se mantuvo en la sobremesa y en el recoger todo lo utilizado dejando el lugar en las mismas condiciones de cuando llegamos. Con estas actividades se fue trabajando utilitariamente el contexto humanista y la celebración de la vida.


      En el proceso de construir el sagrado espacio ritual del temazcal, evocamos con cada gesto y acto su significado simbólico-arquetípico. Cada una de las ocho direcciones con su correspondiente ofrenda de tabaco solicitando el apoyo y colaboración de sus guardianes míticos. El cavar el hoyo central convirtiéndolo en un lugar de poder. Se procedió a crear la estructura del temazcal con dieciséis costillas dando lugar a las ocho puertas arquetípicas que, de acuerdo con la ontoenergética, relacionamos con las ocho festividades de la Sagrada Rueda Anual Celta, sustituyendo con ello a las ocho fuerzas espirituales de la tradición lakota tradicional que, para los europeos, carecen de significado mítico. Dado que, como reiteradamente declaro y manifiesto, no pretendemos plagiar las tradiciones amerindias, sino que les imitamos adecuando el Rito de Purificación a nuestra tradición espiritual ancestral europea. Quedando expuestas en el temazcal todos los símbolos comunes y no comunes de estas tradiciones tan hermanadas y semejantes, aunque con sus propias diferencias que les son propias. Las Cuatro estaciones propias del mundo septentrional, las Cuatro edades del individuo entre su nacimiento y muerte en este mundo: la infancia, la juventud, la adultez y la vejez. Las Cuatro edades de la evolución humana: Edad de piedra, neolítico, historia y actualidad. los cuatro niveles de conciencia: preconciencia, conciencia ordinaria, conciencia interna y conciencia cósmica. Los cuatro elementos arquetípicos y su simbolismo: Aire - mente, Fuego - visión; Tierra-naturaleza - corazón, y Agua - sabiduría. Los Cuatro arquetipos del self: El del espíritu del Guerrero, el del espíritu del Vidente, el del espíritu del Sanador y el del espíritu  del Maestro. La representación de los nueve planetas del Sistema Solar en las ocho puntas que constituye la estrella de la cúpula del temazcal más la propia Tierra sobre la cual y en la cuyo interior vamos a ingresar para purificarnos y renacer; y la del propio fuego sagrado que representa el poder del Sol, gracias al cual se calentarán las abuelas piedras y se hará realidad en el vapor aromático purificador. Se prepara el "Camino Sagrado de nuestra vidas"sobre el que simbólicamente transitamos entre el nacimiento y la muerte.




   

























     Una vez mostrado todo este armazón simbólico, constituyéndose el espacio del santuario, se procede a la búsqueda de las abuelas piedras, a las que cada cual va a encontrar siendo plenamente conscientes de que éstas, al entrar en incandescencia  nos proporcionarán el calor húmedo de este útero mítico de la Madre Tierra, y que algunas se romperán sacrificándose por nuestra limpieza y purificación. Seguidamente se procede con la recogida de la leña para la hoguera.
          Obtenidas las piedras y la leña, se cava el hoyo que albergará las candentes piedras junto a las brasas.

      Entonces se procede a cubrir  el sagrado armazón con las mantas concluyendo el temazcal, se constituye el altar del rito con sus elementos simbólicos a las cuatro direcciones, a la Abuela y Madre  Tierra y al Gran Misterio; así como se coloca el mástil que ondea las banderas e color que representan a las Cuatro vientos y sus fuerzas míticas.




 
      Sobre la plataforma se van colocando ritual y míticamente cada una de las piedras reproduciendo las Siete direcciones (Madre Tierra, Padre Cielo,Norte, Este, sur, Oeste y Todas nuestra relaciones) y luego cubriéndolas con leña que también nos ha proporcionado la Madre Tierra con la que se alimentará al "Fuego eterno".



     Una vez montado y preparado todo el espacio mítico-ritual, ya se puede proceder a la realización del propio rito que da inicio con el prender el fuego que se convertirá en el "Fuego eterno" aludiendo al Sol, generador de luz y calor. Y a su alrededor se cantarán las canciones sagradas tradicionales bailándose con ellas. Alternando los momentos de meditación contemplando el fuego purificador, o el ligero trance de la danza que surge de entonar las sagradas canciones y seguir los ritmos de los también tradicionales instrumentos que las acompañan.




     Con todo ésto ya ha anochecido y llega el momento oportuno de realizar el rito de preparar y cargar la "Pipa Sagrada" con el tabaco ritual, sellándose de inmediato la carga de la pipa con salvia y depositándola sobre el altar.


     Prosiguen los cantos, las meditaciones y momentos visionários hasta que las llamas declinan quedando el refulgente rojo vivo albergando las sagradas piedras incandescentes entre las brasas.


     Ahora ya es el momento de abordar el profundo trabajo de abordar el purificarse, el morir y renacer a la vida y trascendencia.

     Se realiza la limpieza a través del "bastón de olor" de salvia, realizando ritualmente la ofrenda de tabaco al fuego, ya dispuestos en ánimo e intento a ingresar en el temazcal.

    Procedemos con el "rito de purificación". Tomo una brasa de la sagrada hoguera, la coloca en el sahumador y ahora vierto sobre ella resina de cedro. Con ella entro en el temazcal y sahumo el interior del santuario-temazcal y coloco la brasa en el centro, dentro del hoyo vertiendo ahora copal sobre ella.
     El aroma llena el recinto sagrado. Inmediatamente salgo y siguiendo el "Camino de la vida" tomo la primera piedra incandescente colocándola dentro del hoyo mientras declaro "Mitakuye Oyasin" (por todas mis relaciones). Me coloco junto a la entrada con el agua y la salvia aguardando la entrada de cada uno de los participantes con su respectiva piedra.
       Una vez dentro procedemos con la Primera de la cuatro "Puertas". Hoy es una hermosa noche y una hermosa y estrecha luna menguante acompaña al hermoso cielo estrellado.

       Invocaciones, oraciones, declaraciones, decisiones, participaciones, sentimientos y canciones se suceden entre las nubes de vapor que lo llena todo purificando el cuerpo, las emociones y el espíritu en este potente "Circulo de Sanación".

      Concluidas las cuatro "puertas" realizamos el rito de fumar la "pipa sagrada" aspirando y exhalando al "Abuelo aliento" con todo nuestro renacido sentir hacia todas nuestras relaciones, mundo y universo.

     En un estado de ánimo pleno de pureza, renacidos, salimos por el "Sagrado camino de la vida" agradeciendo la oportunidad y rogando para que nuestras futuras generaciones transiten asimismo por tal senda siguiendo su sagrado y mítico significado.

      La noche ha avanzado a lo largo de todo este tiempo sagrado y antes de retirarnos a descansar procedemos a cenar algo para reponer líquido, minerales y nutrientes antes de acostarnos en el hotel. Resultan ser las cinco de la madrugada cuando entramos en nuestras estancias de descanso.

      Con la mañana del domingo nos reunimos en la cafetería del hotel realizando el desayuno. todos frescos, con las vivencias propias y sueños evocados. El clima afectivo es intenso.
     Dada la idiosincrasia del grupo, resulta preferible seguir con la espontánea dinámica de fraterna relación haciéndose sustituibles las actividades programadas por esta fresca y sentida comunicación verbal y no verbal. Con tal estado de ánimo se procede a desmontar el temazcal y recogerlo todo, con el agradecido sentir de lo experimentado y lo que se sigue experimentando; realizándose la clausura del encuentro al finalizar la comida tras la sobremesa. Todo ello, repito, en un estado de ánimo sereno y fraterno, experienciando todas estas sucesiones de intentos de vida en el aquí y ahora, ofreciendo lo mejor de sí mismos.

     A lo largo de la exposición ya he ido colocando algunas de las imágenes fotografiadas de este encuentro, ahora afino colocando las imágenes de todos los participantes.

Joaquím, el anfitrión.





Participantes: Conxa, Julia, María, Teresa y Victor.

Ernesto

"Mitakuye Oyasin"  "Ah ho"


Ernesto Cabeza Salamó